Últimos capítulos...

Últimos capítulos...

lunes, 4 de agosto de 2014

56. Viaje en el tiempo

Narra Ainhoa
- Feliz cumple, papá! - le digo cuando entro en el salón y veo que ya estaba punto de empezar a desayunar. Le doy un abrazo muy fuerte, como siempre lo hizo desde que nací y un beso muy tierno, porque él lo merece, es un padre y un hombre increíble.
- Muchas gracias, pequeñita... bueno, no estás así tan pequeña, pero para mi serás siempre mi niña pequeña...
- Lejos se van los tiempos en que tus hombros eran el lugar más alto dónde podía estar!
- El tiempo pasa y no nos damos cuenta... hace unos días estabas despidiéndote de nosotros porque te estabas indo para Ginebra y mira ahora: vives en Madrid y ya no vienes sola!
Por casualidad miro el mueble grande que está en frente a la ventana y veo que aún está por allí mi foto de mi graduación. No resistí y me fui a verla de nuevo: vaya tiempos de gloria en que yo tenía el pelo corto y usaba solamente vaqueros de la marca Levi's y nada más!
- A ver, a ver, tu tenías el pelo así tan corto? - me pregunta Pablo cuando miró la foto.
- Sí... en esos tiempos no podía usar el pelo recogido porque estaba muy corto... yo era tan diferente!
- Tu adicción por los vaqueros Levi's era algo que me quitaba la paciencia! - llega mi madre.
- Yo era un poco loca...
Mi madre abre la puerta del mueble y saca un libro muy gordo, aquel libro rosa que es mi álbum personal de fotos. Lo puso sobre la mesa y un viaje por el tiempo empezó a alta velocidad cuando lo abro y veo la foto de cuando nací. Gordita, pelo casi casi negro y junto a mi madre, así era yo en aquel 25 de Mayo de 1989.
Las páginas fueron pasando y llega aquella maldita foto que siempre odié y creo que seguiré odiando por toda mi vida. En esa foto estoy solamente yo, con unos siete años, un pelo que tocaba en los hombros y una franja tan horrible que todavía no lo sé como mi madre tuve el coraje de hacer algo así a mi pelo! Vestía un vestido verde, otra cosa horrible y mi cara es tan bonita, pero tan bonita que luego intenté pasar volando esa página.
- Vuelve a la pagina anterior! - me dice Pablo.
- Qué tiene la página anterior?
Él con sus proprias manos vuelve a aquella maldita página, mira la foto por unos segundos y después tiene un ataque de risa sin igual.
- Perdona, pero no puedo parar de reírme con esa franja...
- Era tan horrible, por Dios! - digo – Cómo tuviste el coraje de hacer algo así a mi pelo, mamá?!
- En esa época, era el pelo de moda!
- Malditas modas... - una vez más las páginas pasaban hasta que llega a la increíble foto de mis 18, en que yo, yo mismísima, usaba vaqueros todos los días, camisetas largas y tenía un vicio que no era y no es nada saludable y que afortunadamente terminé con ello cuando vino para Madrid.
Allí estaba yo, junto a un famoso teatro de Ginebra, con un cigarro en la mano... sí, sí, yo ya fui una fumadora de las grandes, dos anos y medio haciendo daño a mis ricos y preciosos pulmones!
Dicen que a los 18 siempre hacemos algo estúpido y yo no fui una excepción. Muchas veces me pregunto como tuve yo el coraje de hacer daño a mi propria salud, no comprendo, pero lo bueno de todo esto es que pasados dos años y medio tuve fuerza suficiente para parar con esta tortura a los pulmones.
- Jooooo, ahora me sorprendí completamente... - me dice Pablo.
- Ya lo sé... es el cigarro...
- Sí... al final fuiste más rebelde de lo que estaba pensando...
- Mucho más, Pablo... era la persona más extraña que podías conocer...
Tan racional, pero al mismo tiempo tan inocente en algunas cosas... así era la Ainhoa que estudiaba Política, Filosofía y Historia en Ginebra, en una de las mejores universidades del mundo en esas áreas. Para quién tenía intención de seguir una carrera militar, no está muy mal.... no pensaba en el futuro, mi filosofía de vida era trabajar para viajar por el mundo... bueno, llegué a irme a algunos lugares del mundo, pero muy pocos para aquellos que deseaba irme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario