Narra
Pablo
Esto
año ya no hay más gira. Ahora es tiempo para descansar un poco y
empezar a trabajar en la próxima gira y en el próximo disco.
Aterricé en España y salí del aeropuerto de una manera discreta,
poca gente me ha reconocido. Antes de irme a descansar completamente
en la cama, recibo la buena visita de Ainhoa. Fue maravilloso verla
de nuevo, estar con ella, pero ella solo estuve unos quince minutos.
En eso mismo día tuve que irse a trabajar por la noche.
No
ha me ha gustado mucho. Quería estar con ella, cenar con ella, pero
lo que tuve fueron unos quince minutos, tiempo para darse un abrazo
bien fuerte, un beso, una conversación muy corta sobre la gira y
nada más.
Desde
eso día que no estoy con ella. Ya pasó una semana y media y nuestro
contacto se hace solamente por teléfono. Ella me dice que su tiempo
es muy corto, que está herviendo de tanto stress y que las pocas
horas libres que tienen son para dormirse, o sea solo tiene ocho
horas de descanso completo.
No
me lo creo completamente en esto. No lo sé, creo que ella no debe
tener así tanto trabajo como ella dice tener y que está evitando de
todas las maneras estar conmigo.
Por
fin y al fin de casi dos semanas, Ainhoa me dijo que podía cenar
conmigo. Así lo hicimos, cenamos en su casa. Frente a frente en la
mesa, yo casi no hablo.
-
Qué te pasa, Pablo? Te veo tan callado... - me dice.
En
eso momento yo casi explotaba mi desagrado por esas dos semanas sin
vernos, intenté disfrazar.
Narra
Ainhoa
-
Estuviste muy ocupada estas dos semanas... - me dice.
-
Sí... - le respondo – Tanto trabajo, tanto trabajo que parecía
que no veía otra cosa en esos días!
-
Tanto trabajo a punto de no tener tiempo para mí?
-
Qué has dicho? - y aquí empezó algo feo.
-
Tuviste así tanto trabajo para no tener tiempo para una cena o algo
así?
-
Espera un poco... estás insinuando que yo no he estado contigo estas
dos semanas simplemente porque no quería?
Él
nada responde y también no fue necesario. Su cara estaba diciendo
todo y yo, que ya estaba agotada de tanto stress de estas dos
semanas, suelto los últimos nervios que tenía.
-
Puedes pensar lo que quieras, Pablo... puedes pensar que yo te evité,
que no te quiero, piensa lo que quieras, pero de una cosa debes
saber... la confianza es todo, es algo muy importante, sabes?
-
Porqué dices eso?
-
Por una cosa muy sencilla... - le respondo ya levantándome de la
mesa – Tu estuviste casi un mes lejos y como yo confío en ti, tuve
que comprender que es tu trabajo, que fue necesario estar lejos y que
después tendríamos todo el tiempo del mundo para estar juntos...
ahora fui yo que me quedé lejos dos semanas, mira, dos semanas, no
un mes! Estuve casi dos semanas lejos y cuando nos vemos me das todas
las señales del mundo de que has desconfiado de mí...
-
Yo desconfío?
-
Por supuesto... si no desconfiases no me habías preguntando se he
tenido tanto trabajo a punto de no tener tiempo para mí? Qué se
dice de eso? Eso no es desconfiar de alguien?
-
No me ha gustado que estuvieses tanto tiempo lejos...
-
Vale, vale... a mi también no me ha gustado que estuvieses lejos
casi un mes y yo tuve que comprender...
Él
baja la cabeza, suspira y nada me responde. Yo comprendo la parte en
que a Pablo no le gustado estar lejos de mi, pero lo que no puedo
comprender es la desconfianza que levanta. No puedo, si él desconfía
a eso punto, entonces para qué todo esto? Una de las llaves de una
buena relación es la confianza.
-
Pablo, no puedo comprender el porqué de tanta desconfianza...
Por
fin él levantó la cabeza y su cara no me ha gustado.
-
Yo también no lo sé... - se gira y se va hacía la puerta sin
ningún motivo.
-
Dónde te vas? - pregunto muy asustada.
-
Lo siento, Ainhoa... lo siento de verdad... - abre la puerta y se va.
-
Pablo! - grito por su nombre ya entre lagrimas y él nada contesta.
Simplemente entra en el ascensor sin girarse para verme, nada.
Me
quedo a la puerta parada, mirando el ascensor con la esperanza de que
él volverá y lloro sin parar.
Qué
está pasando con Pablo? Primero desconfía de mí y ahora se marcha
diciéndome solamente “Lo siento...”? Qué le ha pasado? Esto no
es el Pablo que conocí hace ocho meses, no es el Pablo cariñoso,
atento y que me decía con todas las letras que me quería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario