Narra
Pablo
Acerco
mi cara de la suya y pocos milímetros nos separan. Sus ojos se abren
y el marrón, la color de sus ojos, marrón igual al del café, me
miran tímidamente. Digo que sus ojos son marrones color de café,
por que, tal como el café, me quitan el sueno cuando pienso en
ellos. Es así, su mirada me quita el sueno.
-
Pablo... yo...
-
Shhh... - toco con mi dedo en su boca para que no hable. La besé,
sí, la besé por la primera vez.
Mis labios se acercaran despacito y
sin embargo empiezan a sentir los suyos. Un beso a fuego lento,
intenso, un beso sin igual. Nuestros labios en una perfecta sintonía,
rozándose íntimamente, como café y azúcar en una taza,
complementándose y resultando en algo fabuloso.
-
Para, por favor... - me pide susurrando. Alejo un poco mi cara y no
sé qué dicen sus ojos. No sé si demuestran rabia, confusión,
gusto, están extraños – Yo necesito respirar, no quiero volver a
poner la maldita mascarilla por tu culpa...
-
Perdón, no lo sabía que estabas con problemas para respirar...
-
Aún me cuesta un poco respirar sin la ayuda de la máquina, quería
levantarme y ver el sol por la ventana, madre mía, no puedo hacer
nada sola!
-
Puedes caminar? - pregunto.
-
Sí, pero necesito de ayuda... yo camino despacito...
-
Entonces levántate, yo te ayudo... - le doy la mano, ofreciendo mi
ayuda para que vea el sol junto a la ventana.
-
Tu? Ayudarme?
-
Sí... algún problema con todo eso?
-
No sé... tu no eres enfermero...
-
Y es necesario ser enfermero para que te pueda ayudar a caminar? Yo
puedo hacerlo perfectamente...
-
Eso lo veremos... - empieza por levantarse para sentarse en la
camilla. Respira profundamente, cierra los ojos y muy despacio
empieza a levantarse. Trato de poner uno de mis brazos en su espalda
para que no caiga.
-
Qué te pasa? - pregunto, después de ver que empezó a sonreír, con
una cara de que estaba disfrutando de algo bueno.
-
Parece que estoy caminando por la primera vez, es una sensación
maravillosa...
Paso
tras de paso, caminamos hacía la ventana. El sol estaba empezando a
dar el lugar a luna, en el horizonte se vía una puesta del sol
maravillosa, dónde el color naranja pintaba el cielo y relucían los
últimos rayos del sol del día.
-
Mejor ahora?
-
Un poco... mejor estaría fuera de esto maldito hospital, pero no
puedo...
-
Verás que saldrás de aquí muy rápido...
Me
gustaría preguntar si le ha gustado mi beso, si sintió algo cuando
mis labios se rozaran en los suyos, pero no lo hago, está todo
siendo tan perfecto para mí que no quiero arruinar el momento.
Lado
a lado, mirando la puesta del sol sin nada hablar. Ella sonreía y yo
sonreía por eso, verla feliz, ver el brillo de sus ojos y de su
sonrisa llenaba mi corazón y mi alma de satisfacción, de felicidad,
de ganas para que esto esto no termine nunca.
Cae
el sol completamente y la ayudo a volver al sitio dónde me cuesta
verla, la camilla del hospital, dónde a su lado estaban las
máquinas para el caso de algo pasarse mal con ella. No quería salir
de su lado, pero las reglas del hospital dicen que es hora de salir,
de dejarla allí sola, quizás sufriendo en el silencio, cuando ya
nadie la ve.
-
Gracias por todo, enserio...
-
No necesitas de darme las gracias, yo hizo todo esto porque quería,
no fui obligado a hacer nada...
-
Gracias es lo mínimo que puedo hacer...
-
No te molestes con eso... ahora trata de recuperarte, eso es lo más
importante... después quiero saber cómo estás, eh?
-
Estoy viendo que tendré que suportar tu fantasma... tienes ahí tu
móvil?
-
Sí... porqué?
-
Dámelo...
-
Para qué?
-
Yo no te lo voy robar, eh? Es para hacer una cosa...
Le
doy el móvil un poco desconfiado. - Toma...
Ella
escribe algo en el móvil, no sé lo que es, no tengo idea ninguna de
lo que será.
-
Ya está... tienes mi numero de móvil, para prevenir nuevas
apariciones tuyas...
En
la pantalla estaba su numero y el nombre del contacto que ha puesto
fue “Ainhoa, la fría”.
-
Antes de aparecer, tienes que llamarme... es que no quiero llevar un
susto por ver el Godzilla así de sorpresa..
-
Tu no eres nada normal...
-
Lo sé, toda la gente me dice lo mismo...
-
… pero me encantas... - le interrumpo.
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