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miércoles, 25 de junio de 2014

7. Mariposas en el estomago

Narra Ainhoa
Estoy hecha una vieja, pasé el día corriendo de un lado para el otro, por entre escritorios, papeles, ordenadores y otras cosas más.
Llego a casa y la primera cosa que hago es acostarme en el sofá. Enciendo la tele para quitar el silencio y para no sentirme tan sola. No le doy atención, simplemente miro el techo y no pienso en absolutamente nada.
- Pablo Alborán sigue en el top de ventas de España y de Portugal... - por la primera vez en mi vida, hago caso a un reportaje sobre él. No sé el por qué, pero luego que escuché su nombre, miro la tele y aumento el sonido.
No sé que hostia ha pasado, empecé sentir un calor, a temblar, la respiración cortándose y mi corazón más acelerado que nunca.
Apago la tele y empiezo a hablar sola, algo que hago muchas veces:
- Qué coño te pasa, chica? Si a mi nunca me ha gustado esto chico, qué cojones ahora te dejas llevar por un reportaje? Vete, vamos a hacer algo más útil que él no te da nada de bueno!
Voy a ser sincera, solo conozco dos canciones suyas, “Solamente tu” y “Tanto” y os juro que para mí son de las canciones más ridículas que suenan en las radios! Esto chico solo sabe cantar el amor, las desilusiones, parece que no ha hecho nada más en su vida que amar y hacerse daño. Simplemente no me gusta escucharlo, me da un asco cuando lo veo ocupando capas de periódicos diciendo siempre lo mismo: “Pablo y su sencillez”, “Pablo es top de ventas”, por favor! Será que los periodistas no tienen nada más que hablar? Parece que no existen más cantantes en España!
Me meo de risa cuando dicen que él es un cantante sin igual. En serio? Un chico que pasa más de tres minutos cantando “tu, tu, tu” es un bueno cantante? O entonces que pasa cuatro minutos repitiendo la palabra “tanto” miles de veces? Para mí, el mundo de la música se quedó ridículo, tan ridículo que basta tener una buena imagen para tener fama, para alcanzar los topes.
Lejos se van los tiempos en que los topes eran alcanzados por voces increíbles, por canciones que te erizaban la piel, por cantantes con ideas innovadoras, que eran ejemplos a seguir.
Suena el timbre, abro la puerta:
- Estuviste haciendo compritas? - Marisol estaba con un montón de bolsas de tiendas de ropa, calzado y otras cosas más.
- Sí y por fin he comprado el CD!
- Qué CD?
Ella quita el disco de una bolsa y leo “Tanto”, el disco de Pablo:
- Por fin lo tengo, Ainhoa! Dónde tienes el radio para escucharlo?
- Por favor, Marisol! No me tortures!
- Por favor digo yo! No hay mujer ninguna que no se enamore de sus canciones y de su voz...
- A mi no me gusta... - le digo.
- Por que eres una tonta... vives creyéndote que el amor es una mierda!
- Y no es verdad? Termina siempre mal!
- Mirame, Ainhoa... - ella viene hacía mí con una cara de enfadada – Querrás acabar tu vida sola? Llegar a los 70, 80 años, mirar tu pasado y ver que nunca has sentido el amor verdadero? Es eso que quieres? Puedes decir que eres feliz... pero te falta el amor y eso es todo! Puedo apostar que seguramente sientes algo diferente por alguien y no quieres seguir adelante por eso puto miedo que tienes! Por esa mierda de orgullo que tienes de querer ser una mujer fría!
Bajo la cabeza y no le respondo. Respiro profundamente y una lagrima cae. Ella tiene razón, me han hecho daño una vez y luego que quedé con miedo, como si fuera una niña pequeña.
- Tienes razón, yo tengo miedo de enamorarme de nuevo y qué? - digo.
- Y qué? Pido a Dios que te aparezca alguien que te cambie, que te vuelva loca, que te ponga con el corazón latiendo fuertemente, que te haga temblar, que te ponga sintiendo mariposas en tu estomago! Lo sé que por detrás de eso corazón frío, está un otro corazón que es aquello que es tuyo de verdad... dispuesto a dar cariño, a decir te quiero miles de veces, lleno de fuerza para gritar el nombre de alguien... eso corazón frío es un auténtico disfraz, lo sé perfectamente...
- Un disfraz?
- Sí, un disfraz... cuando te apetece eres una chica cariñosa, alegre, que te gusta conocer nuevas personas, que le da un placer tremendo vivir nuevas aventuras, vivir cada segundo como si fuera el último... cuando no te apetece eres así, fría, no das ni una oportunidad de tener una conversación con principio y fin... conoces un hombre y en menos de diez minutos le dices indirectamente que de ti no llevará nada, ni una amistad, ni nada!
Hoy todo se sucede: por la primera vez doy atención a una reportaje, por la primera vez veo a Marisol enfadada y diciéndome la realidad. Me cuesta mucho escuchar, pero, al final, Marisol solo está diciendo aquello que soy, una chica que por el miedo, deja de ser quién es en la verdad, que se pone con un escudo en su frente y que no deja entrar nada de nuevo en su vida. Yo no era así, mi genética no es ser fría.
El clima de tensión entre yo y Marisol termina cuando el CD empieza a sonar en el radio. Sentadas en el sofá, escuchamos las canciones. Hoy es día de cambios, lo digo: escucho a Pablo y no me da asco. Siento mariposas en mi estomago, cierro los ojos y su imagen viene a mi cabeza. Él, Pablo Alborán, poniendo sus cosas en una caja, de camiseta blanca, vaqueros y zapatillas azules. Recuerdo el momento en que él tomó mi guitarra y me ha dicho que ya era antigua. Mis ojos tienen ganas de libertar lagrimas, pero no dejo que se suceda. 

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