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miércoles, 25 de junio de 2014

6. Deseando otros labios

Narra Pablo
Almuerzo con Alicia, pero pienso constantemente en Ainhoa. Daba todo para que volver a verla, escuchar su voz de nuevo, mirarla a los ojos y decirle que no la olvido, que algo me atrae para ella, como fuese un imán.
Alicia me besa pero besala o besar a un muñeco de plástico es la misma cosa para mí. No siento nada, deseo otros labios, sentir otro aroma, ver otra mirada y acariciar otra cara.
- Qué te pasa, por dios? - preguntame Alicia.
- No me pasa nada...
- No, no... algo te pasa...
- No me pasa nada!
- Por qué estás mintiendo, Pablo? Estás muy raro, pareces que ya no me deseas...
Es verdad, yo deseo a Ainhoa”, pienso. No sé que responder, quizás debería decirle la verdad, que ahora vivo pensando en otra chica, pero y después? Seguramente, Alicia iba a descubrir quién era Ainhoa y tal vez pudiera hacerle algo malo y no quiero que le suceda algo malo por mi culpa.
- Alicia, yo creo que... - empiezo a sollozar, respiro profundamente, ganando el coraje para decirle algo - … creo que deberíamos darnos un tiempo...
- Estás diciendo para alejarnos por un tiempo? Existe otra chica que yo no sepa?
- No es eso... solo quiero estar absolutamente seguro de que... - Alicia se enfada y me interrumpe:
- Muy bien, Pablo... te doy todo el tiempo del mundo, jamás volverás a verme... - ella se levanta y se va. Me quedé solo en la mesa, con la compañía del vino. Me siento un poco mal, pero al mismo tiempo me siento libre, un hombre nuevo y sonrío.
Pienso en su mirada, aquella mirada que he visto cuando me giré. Sus ojos marrones, color de café, tienen algo de especial, no los olvido por nada de esto mundo.
Salgo de restaurante, camino hacía la playa que está muy cerca, me siento en la arena y miro al mar. El sonido de las olas me vuelve en un montón de pensamientos, todos ellos centrados en Ainhoa, el nombre que mi corazón grita con toda la fuerza.
Volando en mis pensamientos y pensando en su mirada, un nuevo mundo se ha creado dentro de mi cabeza desde que la vi. Creo que en esta vez me enamoré de una manera muy distinta. Esto no es una pasión pasajera, no es algo que se siente por unas horas o por unos días y después de va. Deseo mucho más que sus besos, ver sus miradas y sentir su olor, deseo conquistarle todos los días, ser el motivo de muchas de sus sonrisas, ser aquel que le llama todas las mañanas dándole un buenos días lleno de cariño.
- Ainhoa... - susurro para mi - … coño, me estás dejando como un loco!
Escribo su nombre en la arena mojada por el agua, una ola pasa por encima y por increíble que parezca, su nombre no se desapareció completamente. Aún se podía ver muy bien que Ainhoa estaba escrito en la arena.
He tomado aquello como una señal, una señal del destino o tal vez de la Naturaleza o de lo que sea. Esto nunca se sucedió antes.
Un nombre, seis letras y algo intenso que se siente en el corazón. Es el nombre que haz mi corazón latir fuertemente, que ocupa mis pensamientos a cada segundo. 

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